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Él un auténtico príncipe azul más estirado y puesto que un maniquí, que 1. un palacio como el de Sissí y en las revistas del corazón, que cuando 2. dos copas de más la 3. a romper maleficios a besos.
(Más de una vez, con anterioridad, Su Alteza problemas por eso.)
Un reflejo que a la luna se le 4. , en la palma de un nenúfar la 5. ; y como en él frecuente, inmediatamente la 6. .
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Ella una auténtica rana común que ignorante de tal redentor,7. al vuelo insectos de su alrededor sin importarle un rábano el porvenir.
absorta a un macho croar con la sangre alterada por la primavera, cuando a traición aquel monstruoso animal en un descuido la prisionera.
Y a la luz de las estrellas le 8. tiernamente la papada y la .

Pero rana la rana y Su Alteza en rana .


Con el agua a la altura de la nariz horrorizado que para una vez
que 9. esas cosas, 10. al revés;

y desde entonces sólo hace que brincar y brincar.
Es difícil su reinserción social.
No a la vida de los batracios
y la servidumbre, como es natural, no le la entrada en palacio.

Y en el jardín frondoso de sus papás, hoy un príncipe menos y una rana más.