Colgado de un barranco 1. mi pueblo blanco bajo un cielo que, a fuerza de no ver nunca el mar, se olvidó de llorar. Por sus callejas de polvo y piedra por no pasar, ni pasó la guerra. Sólo el olvido 2. lento bordeando la cañada donde no 3. una flor ni 4. un pastor. El sacristán ha visto hacerse viejo al cura. El cura ha visto al cabo y el cabo al sacristán. Y mi pueblo después vio morir a los tres... Y 5. por qué nacerá gente si nacer o morir es indiferente. De la siega a la siembra 6. en la taberna. Las comadres 7. su historia en el umbral de sus casas de cal. Y las muchachas 8. bolillos buscando, ocultas tras los visillos, a ese hombre joven que, noche a noche, forjaron en su mente. Fuerte para ser su señor. Tierno para el amor. |
| Ellas 9. con él, y él con irse muy lejos de su pueblo. Y los viejos 9. morirse en paz, y morir por morir, 10. morirse al sol. La boca abierta al calor, como lagartos. Medio ocultos tras un sombrero de esparto. 11. gente tierna, que esta tierra 12. enferma, y no 13. mañana lo que no se os dio ayer, que no 14. nada que hacer. 15. tu mula, tu hembra y tu arreo. 16. el camino del pueblo hebreo y 17. otra luna. Tal vez mañana 18. la fortuna. Y si te toca llorar es mejor frente al mar. Si yo pudiera unirme a un vuelo de palomas, y atravesando lomas dejar mi pueblo atrás, os 19. por lo que fui que me iría de aquí... Pero los muertos 12. en cautiverio y no nos 20. salir del cementerio. |