De tres hermanos el más grande
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento a cuanto a pisar

De tanto en esta posición caminar
Ya nunca el cuello se le
Y esclavo ya de la precaución
Y viejo, queriendo ir lejos, con su corta visión

Ojo que no mira más allá no el pie
Óyeme esto y dime, dime lo que tú

De tres hermanos el de en medio
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
despierto y bien atento al horizonte igual

Pero este chico listo no ver
La piedra, el hoyo que a su pie
Y revolcado siempre se la
Y viejo, ir lejos, a donde no llegó

Ojo que no más acá tampoco
Óyeme esto y , dime lo que tú

De tres hermanos el pequeño por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar una pupila arriba y la otra en el andar

Y , vereda adentro, el que más; ojo en camino y ojo en lo por venir
Y cuando el tiempo de resumir ya su mirada extraviada entre el estar y el ir

Ojo puesto en todo ya ni lo que esto y dime, lo que tú